Existe una nueva Guerra Fría distinta a la que existió entre el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética. Hoy el conflicto es muy aparente entre Estados Unidos y Rusia o, más concretamente, entre la Alianza Atlántica (OTAN) y Rusia, que se complementa con otras tensiones que vienen de China, que busca ser la nueva gran potencia global del siglo XXI. Se dan así dos ejes distintos que, de alguna manera, confluyen.
Aunque la Guerra Fría hoy en día es más global, sus dos máximos exponentes siguen siendo EEUU y Rusia, a quienes se ha sumado China. Estos países han trasladado esta guerra a un plano cibernético, tal y como se puede observar en estos dos ejemplos:
- La interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
La campaña que llevó a cabo Rusia para influir en las elecciones presidenciales de 2016 en las redes sociales se centró en dirigir los esfuerzos hacia usuarios afroamericanos, como parte de sus tácticas para favorecer el voto del candidato republicano, el ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado un informe elaborado para el Comité de Inteligencia del Senado a cuyo borrador a tenido acceso The New York Times .
El telón de acero es digital
A fines de enero de 2018, un alto funcionario del equipo de seguridad de Donald Trump empezó a marcar el origen del conflicto entre Huawei y Estados Unidos:
"Queremos construir una red para que los chinos no puedan escuchar nuestras llamadas", señaló a la agencia Reuters. Esta aspiración marcaría el comienzo de un conflicto que los analistas clasificaron como la "nueva guerra fría cibernética" o el "telón de acero digital".
Además EEUU, ha deshecho el pacto de google con China. Entonces, al ser Huawei una marca china, la reconocida marca no puede utilizar este sistema operativo.
Mientras millones de usuarios tiemblan por cómo cambiarían sus vidas si no pudieran acceder con sus móviles Huawei a las herramientas del gigante estadounidense, los chinos viven en su propio ‘ciberecosistema’ y ni se acuerdan de que existe.
“Todas las herramientas que provee Google en China son provistas por empresas como Tencent, Baidú, Huawei... Absolutamente todo, los mapas, la música, los videos, los buscadores. Siempre hay una compañía que hace lo mismo en China, si no son varias”, Ervis Micukaj, ingeniero informático que trabaja en Shanghái.
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