Entre las consecuencias demográficas encontramos un número de bajas mortales muy elevado aunque menor que la devastadora Segunda Guerra Mundial: más de cuatro millones de muertos en las potencias centrales y unos cinco millones entre las aliadas. La mayor parte de las bajas fueron de varones, ya que una vez más dejaron a las mujeres en casa, lo que supuso una relativa superpoblación femenina, un descenso de la natalidad y un envejecimiento de la población. Ahora sí, las mujeres fueron imprescindibles durante la Primera Guerra Mundial; la guerra era entre hombres, por lo que las mujeres tuvieron que dejar las tareas domésticas para quedarse cuidando las pequeñas empresas, trabajando en las fábricas y cubriendo los puestos de los hombres que se habían ido a la guerra, con la excepción de algunas que también participaron. Pero no nos olvidemos de que por mucha “libertad” que tuvieran durante unos años, en cuanto los estados se cansaron de luchar, volvieron y las mandaron de nuevo a la cocina.
La incorporación de las mujeres al trabajo supuso una serie de consecuencias sociales; los empresarios se dieron cuenta de que podían explotar a las mujeres tanto como a los hombres alterando el desarrollo del capitalismo junto con la creciente demanda de protagonismo en el mercado laboral por parte de ellas. Las masas obreras sufrieron una importante pérdida del poder adquisitivo de sus salarios a causa de la inflación y fueron protagonistas de una intensa agitación laboral, concretada en una oleada de huelgas que se hicieron eco de la revolución bolchevique rusa.
La consecuencia ideológica fue principalmente una crisis de conciencia durante la sociedad de posguerra que supuso un cuestionamiento de los modelos político, social y económico y la reivindicación de la independencia de las colonias.
Huelga en Tyldesley, Gran Manchester durante la huelga de 1926 |
En resumen, la Primera Guerra Mundial supuso muchas consecuencias marcadas en números, pero sobre todo cambió a las personas que la vivieron y marcó un antes y un después ante la gran guerra que se avecinaba.
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