A cualquier soldado que estuvo en la Primera Guerra Mundial se le podría decir que su hogar durante un largo tiempo fue una trinchera rodeados de cieno,ratas y cadáveres de sus compañeros.
Lo más común era excavar tres líneas de trincheras:la primera recibía y lanzaba los ataques,la segunda se encargaba de apoyar a la primera línea y la tercera se encontraba la reserva del ejercito.
Aquí,por ejemplo,tenemos una foto de unos soldados de primera línea en la pausa para el almuerzo.
El principal miedo en la primera línea era la posibilidad de un ataque.En la primera línea apenas había tiempo para dormir ya que por la noche debían hacer guardia.El tiempo de descanso también dependía del rango,frente y ejercito.
El mayor problema de las trincheras era la higiene.El agua potable era muy escasa, y para más INRI el clima no ayudaba,cuando llovía,los excrementos,el barro y los cadáveres se mezclaban,en otras palabras,el paraíso de las ratas acompañadas de sus respectivas enfermedades.
La enfermedad más común era el pie de trinchera provocado por la humedad ya que los soldados no disponían de un calzado adecuado contra la humedad.
Además,las enfermerías no daban abasto con soldados heridos por metralla y extremidades engangrenadas.
Aquí podemos ver a unos soldados lavándose en un cráter.
Aunque después de la guerra,si algún soldado tenía suerte de poder volver a su casa,era común tener enfermedades y trastornos psicológicos.
En mi opinión,vivir en una trinchera debía de ser horrible, en unas condiciones inhumanas,situación totalmente distinta a la de los generales que vivían en grandes palacios y sin prácticamente mancharse las manos.
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